Vivir en el Campo son un conjunto de casas rurales que se sitúan en la Soria Verde y han sido galardonadas con la categoría de cuatro estrellas por la Junta de Castilla y León.
Son casas rurales, distribuidas en una gran pradera cuidada, con árboles grandes y diferentes zonas de esparcimiento. Están en una finca cerrada.
Todas las habitaciones son exteriores, dan vista al campo y a los cortados de la Sierra de Frentes. La luz natural, la calidez que aporta la utilización de la madera en prácticamente todo el interior, la chimenea y el recreo que a la vista ofrece mirar al exterior, crean un ambiente propicio para el descanso.
Posibilidad de alojamiento para grupos de dos a 28 personas. Si coinciden más de un grupo, no hay interferencia entre ellos, dado el extenso tamaño de la finca.
Qué hacer
Cidones se encuentra a sólo 12 kilómetros de la ciudad de Soria y a cinco del Pantano de la Muedra. Así como su proximidad a espacios naturales emblemáticos como la Laguna Negra, le confiere una situación geográfica privilegiada dentro de la provincia.
Rodea al pueblo una gran masa forestal de quejigos y robles, hábitat de corzos y ciervos, fáciles de ver en silencio.
Disfruta de los prados y veredas en los que pasear en la más absoluta tranquilidad; los cortados de la Sierra de Frentes, donde anidan multitud de rapaces que surcan los azulísimos cielos.
En los alrededores de Vivir en el Campo, podrás realizar actividades como senderismo, trekking, golf, turismo cultural -arte románico, museos, arqueología...-, micología y etnología. Se proporciona a los viajeros que así lo deseen, información turística, cultural y gastronómica de la zona.
Ya conocíamos el sitio, y decidimos que Vivir en el Campo iba a ser el lugar para reunir a toda la familia un fin de semana y celebrar el bautizo de nuestra hija: No podemos estar más satisfechos y felices :)
Empezando por el entorno, es un enclave único que ofrece multitud de opciones para los amantes de la naturaleza.
En cuanto a las instalaciones cabe diferenciar los terrenos exteriores de la propia casa. El prado del terreno y sus jardines son un auténtico oasis de tranquilidad lleno de mágicos rincones para leer, relajarte, meditar o lo que te plazca! Y por la noche parece que cae sobre tí un mantel estrellado que te deja sin aliento...
Las diferentes opciones para alojamiento cumplen todas los máximos estándares de calidad, y no sólo eso, sino que estuvo MUY por encima de nuestras expectativas. La calidad de sus construcciones, mobiliario, decoración y acabados hicieron que disfrutáramos de todas las comodidades, como en casa, pero con la suerte de vivir en un lugar equipado y decorado por auténticos profesionales.
Por último, los propietarios: Buena gente, amables, flexibles y respetuosos. Conocen la zona a la perfección, son los perfectos guías y anfitriones.
No puedo decir más que cosas buenas de este lugar y de las personas que lo regentan.
!Gracias siempre!